martes, 28 de marzo de 2023

RETO 4: Aplicación de la herramienta “conversaciones transformadoras” en el INSS (fase de ideación).

 

Propósito: Generar conciencia en el INSS sobre la Agenda 2030 y la necesidad de planificar, sensibilizar a la plantilla y ejecutar acciones y proyectos que contribuyan al logro de los ODS vinculados a las pensiones y prestaciones gestionadas por la organización.

Título del ciclo de sesiones: Integrar la Agenda 2030 y los ODS en la gestión del INSS

Público objetivo:

1ª Fase: Subdirecciones Generales de la DG y Direcciones y Subdirecciones Provinciales del INSS (Funcionarios/as grupos A1/A2

2ª Fase: Funcionarios grupos B y C1C2

Liderazgo: La Secretaría General del INSS, subordinada jerárquicamente a la DG, tiene entre otras competencias la planificación estrategia de la entidad, la comunicación institucional y relaciones externas y la promoción de procesos de mejora continua en la entidad.

Planteamiento y enfoque:

Enfoque: Se parte del siguiente diagnóstico. El INSS cuenta con cerca de 25.000 funcionarios, de los cuales 500 trabajan en la DG en Madrid. El nivel de conocimiento sobre la Agenda 2030 y los ODS es prácticamente inexistente y su aplicación en el día a día de la gestión brilla por su ausencia. El INSS no cuenta con ningún proyecto ODS ni visibiliza la Agenda 2030 en su comunicación institucional. La plantilla de la DG está además muy envejecida, con un 20% en edades comprendidas entre los 60 y 65 años y un 50% entre los 50 y 59 años, un factor generacional a considerar por las resistencias al cambio y la existencia de una mentalidad poco sensibilizada con las agendas globales de desarrollo.

Contexto: ¿Qué grado de conocimiento existe en el INSS sobre la Agenda 2030 y los ODS? ¿Se tiene en cuenta en la planificación del INSS la Estrategia de Desarrollo Sostenible del gobierno?

Posiciones de partida: ¿Qué opinan los cuadros directivos que conocen la Agenda 2030 y los ODS sobre sus implicaciones para el INSS?

Barreras: ¿Por qué existe poca conciencia en el INSS sobre la relevancia de la Agenda 2030 y los ODS? ¿Qué factores dificultan un mayor conocimiento y aplicación a la gestión de la organización?

Formato:

Temporalidad: Se plantea una jornada mensual de entre una y dos horas dirigidas a los cuadros directivos durante un año. Posteriormente, en una segunda fase, se ampliará una vez discutido el formato, su extensión a funcionarios que demuestren interés en el tema.

Diálogo con especialistas: Se invitará a funcionarios responsables de la Agenda 2030 del Ministerio de Desarrollo Social y Agenda 2030 y a especialistas en planificación y políticas públicas.

Tipo de sesiones: Se apostará por sesiones virtuales y por la formación de formadores que luego puedan replicar los contenidos y metodologías para diseminar los consensos alcanzados en la incorporación de la Agenda 2030 y los ODS a la gestión del INSS.

jueves, 23 de marzo de 2023

Reto 3: Centro de Procesamiento de Datos (CPD) de la Seguridad Social (S.S.)

 

P.1 La construcción y puesta en marcha de un nuevo CPD en Soria (video) es uno de los 14 proyectos del Plan de Transformación Digital de la SS (2021-2025). El presupuesto estimado del CPD son 88 millones de €. Se financia con fondos de la UE (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia). Se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España inspirado en la Agenda del Cambio del gobierno, la Agenda 2030 y los ODS.

La Gerencia de Informática de la SS (GISS) es el organismo proveedor de servicios comunes para las Entidades y Servicios Comunes de la SS (INSS, Tesorería, etc.). La GISS ejecuta este proyecto de un “Green Data Center”, según las directrices de refrigeración mediante uso de aire exterior o “Free-cooling” del Centro de Desarrollo de Energías Renovables del CIEMAT, dependiente del Ministerio de C&I.

El proyecto contribuye a los siguientes ODS:

ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico). Metas 8.2 (creando 50 empleos de calidad que incrementan la productividad económica gracias a la modernización tecnológica y la innovación) y 8.4. (desvinculando el crecimiento económico de la degradación medioambiental.

ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructuras). Meta 9.1 (infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad)

-   ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles). Meta 11.7.A: su ubicación en Soria, la provincia menos poblada, creará vínculos económicos, sociales y ambientales entre zonas urbanas, periurbanas y rurales.

   ODS 12 (Producción y consumo sostenible): ahorro energético de 51% y 59% de potencia térmica.

P.2. La S.S. agrupa al conjunto de Entidades y Servicios Comunes que garantizan el sistema público de protección social. Asume legal y legítimamente el rol protagonista del proyecto. El gasto en pensiones contributivas equivale al 11,7% del PIB, y beneficia a 10 millones de ciudadanos. Si añadimos las prestaciones, la SS gestiona el 20% del PIB español. Cuenta con 25.000 funcionarios. 

El traslado del CPD de Madrid a Soria permitirá “poner en marcha un programa que es digital, es verde y ayuda a vertebrar el territorio” (ministro Escrivá). El protagonismo de la Administración ha sido decisivo para la financiación de la UE e impulsar todas las fases del proyecto según el debido procedimiento administrativo. Actualmente el proyecto se encuentra en licitación.

P.3 Esta iniciativa NO podría haber sido impulsada por los agentes del mercado, pues la Administración Pública ostenta la potestad y competencias de gestión del sistema de protección social. Por otra parte, la gestión de las pensiones y prestaciones, junto a los datos de los ciudadanos que custodia la SS, necesitan nuevos soportes capaces de almacenar y procesar sosteniblemente tal cantidad de información. 

El posterior análisis de estos macrodatos, que conforman el Big Data. es fundamental para la toma de decisiones, especialmente en la S.S., y constituye un aspecto central en la planificación, logro y medición de los ODS en España. Finalmente, el proyecto del CPD facilitará la lucha contra el fraude a la S.S. aplicando el Big Data a los procesos de gestión (detección de falsos autónomos, control de incapacidades temporales, etc.)

 

miércoles, 22 de marzo de 2023

Módulo 2. Reflexiones sobre los problemas complejos y las alianzas multiactor

 Hola, buenos días.

En principio, y conforme a las explicaciones de Leda Scott, las alianzas son mecanismos asociativos idóneos para el enfrentamiento de problemas complejos que necesitan soluciones innovadoras. Entre sus características y principios de funcionamiento fundamentales destacan:

- la complementariedad

- la coordinación entre agentes del desarrollo (prefiero el término "agentes" que implica más proactividad que el de "actores" que me parece más pasivo)

- la combinación de recursos, capacidades y habilidades (humanas, materiales, intelectuales, capital social, etc. )que aportan los agentes y permite el incremento de la escala de las acciones orientadas al desarrollo.

- la diversidad de enfoques de los actores implicados

- las oportunidades que se abren a la experimentación y el aprendizaje (tanto en los éxitos como en los fracasos, de los que se aprende a veces más...)

- el enfoque multidimensional e intersectorial.

- la voluntariedad y la necesidad de articular acuerdos y generar consensos.

Me gustaría traer al foro el caso de las alianzas multiactor en la Cooperación Sur Sur y Triangular, una modalidad de cooperación caracterizada por su horizontalidad. En pocas palabras, la Cooperación Sur Sur es la cooperación realizada entre los países en desarrollo, principalmente en el campo de la cooperación técnica, el fortalecimiento institucional, el intercambio de experiencias y políticas públicas y la creación y consolidación de capacidades. En el caso de la Cooperación Triangular, modalidad que por definición, implica las alianzas multiactor, se combinan las capacidades y recursos de diversos agentes de países en desarrollo y países desarrollados, o de Organizaciones Internacionales y Sociedad Civil, que aúnan su voluntad política y sus conocimientos en la búsqueda de soluciones construidas conjuntamente y sinérgicamente para el logro de objetivos de desarrollo.

En 2021, el Programa Iberoamericano de Fortalecimiento de la Cooperación Sur Sur , que agrupa a 21 países, entre ellos España, publicó el informe "Alianzas Multiactor en la Cooperación Sur Sur y Triangular: sistematización de marcos normativos y experiencias iberoamericanas". Resalto la importancia del término "marcos normativos" pues representan en mi opinión los cimientos fundamentales para iniciar una alianza multiactor. 

Destaco la definición que la Secretaría General de Planificación de Guatemala ha elaborado para referirse a las alianzas para el desarrollo (no utiliza el término multiactor):

“relación de colaboración entre diversos actores en la que cada parte compromete recursos financieros o no financieros para el logro de un objetivo común que contribuya al alcance de las metas de desarrollo plasmadas en los instrumentos de planificación a mediano y largo plazo del país. Su propósito es generar un mayor impacto mediante la unión de múltiples fortalezas de actores de manera coordinada y sinérgica” (SEGEPLAN, 2020: 18)".

En la página 19 del documento citado podéis ver un gráfico de los agentes implicados en esas alianzas, a grandes rasgos, el sector público, el privado, la academia y la sociedad civil.

saludos
Bruno

martes, 14 de marzo de 2023

Reto nº 2: El Programa Interinstitucional de Cooperación en Materia de Agua y Saneamiento (Euskadi - Centroamérica)

 

P.1: El Programa Interinstitucional de Cooperación en Materia de Agua y Saneamiento Euskadi-Centroamérica (2018-2021) contribuye a los ODS nº 6 (agua), nº 11 (comunidades sostenibles) y nº 17 (Alianzas). 

El ODS 6 es un derecho humano por lo que la cooperación de las instituciones vascas contribuye a su cumplimiento. 

El Programa contribuye al ODS 11, pues la sostenibilidad de las comunidades beneficiarias no es posible sin una gestión responsable del agua, conforme a la meta 11.5, salvando así vidas. 

El Programa adopta una modalidad de cooperación triangular, recomendada en el ODS nº 17, como un mecanismo innovador que favorece alianzas, el intercambio de conocimiento y la creación de capacidades (metas 17.6 y 17.9)

El objetivo o propósito del Programa es “promover la gestión del conocimiento y fortalecimiento de capacidades técnicas” en las plantas de tratamiento de agua en localidades de El Salvador y Costa Rica.

P.2: Los principios de actuación de la alianza han sido:

- Visión y objetivos compartidos de mutuo acuerdo, sin imposiciones.

- Horizontalidad y bi-direccionalidad de los intercambios de aprendizaje, con técnicos de Euskadi, El Salvador y Costa Rica aportando sus experiencias y soluciones de desarrollo

- Fortalecimiento de las instituciones gestoras del agua que ha propiciado la circulación del conocimiento

- Sostenibilidad del programa favorecida por la apropiación de todas las partes del mismo apostando por soluciones innovadoras para problemas complejos.

- Generación de una red de conocimientos y conexiones sociales a partir de una plataforma de alianzas entre múltiples actores (públicos, privados, sociales, etc.) y múltiples niveles de administración (local, regional/autonómica, nacionales en el caso de El Salvador y Costa Rica, y regionales, pues el programa fue extendido y compartido con el Foro Centroamericano+República Dominicana de Agua Potable y Saneamiento)

P.3: Los aprendizajes de esta experiencia son:

- Importancia del liderazgo. La Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo (AVCD) ejerció un tipo de liderazgo en la alianza con municipios vascos y empresas gestoras del agua, así como con la entidad financiadora, Euskal Fondoa, regida por los principios de facilitación por convencimiento y de coordinación interinstitucional.

- La AVCD medió para adaptar las distintas culturas organizacionales presentes en las agencias y empresas de agua de Euskadi y de los países centroamericanos, generando un marco propicio a la alineación de incentivos, favoreciendo la confianza mutua y arbitrando mecanismos para la resolución de desacuerdos en la ejecución del Programa.

- Todos los agentes implicados demostraron capacidad de adaptación para identificar las mejores soluciones, según las especificidades de los contextos locales en la gestión del agua y los diversos modelos y ámbitos territoriales (urbanos, rurales, comunitarios, asociación de pequeños sistemas, comerciales, etc.)

- El conocimiento de contextos radicalmente diferentes a los que están acostumbrados los funcionarios y técnicos vascos les permitió romper, gracias a la interacción con sus pares centroamericanos y con las comunidades beneficiarias, la cultura organizacional de “estanco” o “silo”, permitiendo además que los conocimientos aprendidos y aprehendidos, fuesen aplicados en sus municipios en la mejora de la gestión del agua.

El aprendizaje entre pares: ¿Cómo mejorar las políticas públicas?

El reto 2 de nuestro curso sobre la Agenda 2030 y los ODS nos plantea un desafío al que estamos poco acostumbrados: la evaluación de una/un compañera/o (un par, un igual, un semejante) que valorará bajo la perspectiva de la crítica constructiva nuestro trabajo. No se trata tanto de conseguir la calificación deseada, sino de someternos al escrutinio "ciego" de nuestro par. 

Digo "ciego" pues es el término que utilizamos en el campo académico cuando sometemos un artículo a la evaluación de una revista que debe cumplir criterios y estándares de calidad internacionales. La dirección de la revista remite nuestro artículo que está "cegado" (sin nuestro nombre de autor) a otros dos "pares" académicos, que lo evaluarán conforme a un formulario normalmente preestablecido por cada Consejo de Redacción. A su vez, los dos evaluadores no saben sus nombres entre ellos. Este sistema se llama de "evaluación de doble ciego". El resultado final de la evaluación podrá llevar al rechazo del artículo, a la recomendación de reformularlo o corregirlo o a su publicación sin modificaciones. 

El desafío, y aquí está la gran brecha, es como transformar esa evaluación en conocimiento y acción para nuestras Administraciones Públicas, en otros términos, como implantar sistemas de gestión del conocimiento y del aprendizaje en nuestra organizaciones que retroalimenten el famoso "ciclo de las políticas públicas (identificación, formulación, toma de decisiones y evaluación). 

En el campo de las políticas públicas, la evaluación entre pares es una práctica que ha encontrado su mayor desarrollo en los comités temáticos que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la que España pertenece desde 1961. Dentro de la OCDE el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), en el que España ingresó en 1991, es el organismo temático que registra mayores avances y un amplio recorrido en la práctica de evaluar entre pares la política de cooperación para el desarrollo de sus estados miembros. 

Cada 4 años los países del CAD se someten a una revisión inter pares. España ha sido "examinada" en 7 ocasiones: 1994, 1998, 2002, 2007, 2011, 2016 y 2022. Las recomendaciones del CAD se centraron primero en el exceso de ayuda ligada (hoy corregida), la selección y concentración de la ayuda hacia países de renta media (y por tanto, la asignación geográfica por intereses políticos y/o económicos y no de lucha contra la pobreza), la falta de claridad en las prioridades temáticas y en sus ventajas comparativas, problemas de la gestión y la descoordinación entre la sede central y las oficinas en terreno, la coherencia de las políticas de desarrollo y la excesiva fragmentación institucional en la distribución de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).

Recordemos que el "aprendizaje entre pares" figura en los puntos 72 y 73 del texto de la Agenda 2030, concretamente en el apartado de "seguimiento y examen" en los siguientes términos:

72. Nos comprometemos a participar en un proceso sistemático de seguimiento y examen de la implementación de la presente Agenda durante los próximos 15 años. Un marco de seguimiento y examen sólido, voluntario, eficaz, participativo, transparente e integrado contribuirá de manera vital a la implementación de la Agenda y ayudará a los países a maximizar y observar los progresos realizados al respecto para asegurar que nadie se quede atrás.

73. El marco, aplicado a nivel nacional, regional y mundial, promoverá la rendición de cuentas a nuestros ciudadanos, respaldará una cooperación internacional efectiva en el cumplimiento de la Agenda y fomentará el intercambio de mejores prácticas y el aprendizaje mutuo.

Finalmente, os preguntaréis...¿qué motiva a los Estados que se reivindican como "soberanos" a someterse a la evaluación de otros pares? ¿y por extensión...que ventajas y utilidades tiene que en vez de corregirnos un profesor nos evalúen los colegas de curso?

Para la primera pregunta os remito a este interesante documento de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) que forma parte del sistema español de cooperación y cuya misión es la movilización del conocimiento, saber hacer y experiencia de las AA.PP. españolas en proyectos con otros socios europeos y con países de América Latina.  En el apartado "marco teórico conceptual" del documento recomendado veréis las distintas explicaciones que se han dado a la "revisión entre pares", en resumen, búsqueda de legitimidad internacional, adopción de reformas por presiones externas (UE, FMI, OCDE), aprendizaje racional (adopción de soluciones por emulación) y, por último (la que más me gusta) la racionalidad limitada. Dentro de esta última, la revisión entre pares se adscribe a los llamados "modelos blandos de aprendizaje racional cooperativo" (ver página 15, merece la pena).

¿Qué ventajas tiene que nos evalúe un compañero desconocido mediante la revisión entre pares?...mi respuesta, corta y al pie (como dicen los argentinos que tiene que ser un buen pase de futbol) ...hay confianza (aunque los cursos virtuales no faciliten la proximidad de un curso presencial), se favorece la emulación (si el otro ha hecho un buen trabajo puede incorporar sus contenidos y metodología a mi bagaje en el proceso de aprendizaje) y (con perdón de los profesores a los que tengo el máximo respeto) hay una mirada más benévola por estar los participantes del curso en un nivel de igualdad, en diferentes grados, claro, de conocimiento.

Saludos.

viernes, 10 de marzo de 2023

Reto nº 1: Localización de los ODS en la ciudad de Madrid.

 

Reto nº 1: Localización de los ODS en la ciudad de Madrid.

Antes de iniciar este estudio de caso conviene plantear algunas cuestiones conceptuales en torno al significado del término “localización”.

La localización, denominada en ocasiones como “territorialización”, surge en los años 80, cuando se constata que los Estados presentan debilidades  en su capacidad para ser el principal agente de desarrollo nacional, como consecuencia del fenómeno de la globalización. Gradualmente, se registra el proceso de transferencia de esas responsabilidades para las administraciones regionales y locales. En el proceso de formulación de la Agenda 2030, las autoridades municipales, gracias a la existencia previa de una tupida red institucional de colaboración e intercambio de experiencias (CGLU, Cities Alliances, Mercociudades, UCCI, etc.), tuvieron una influencia decisiva en la inclusión del ODS nº 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles”. Asimismo en la concreción de la “localización de la agenda del desarrollo” definida como el “proceso de adaptación de la agenda global a las características y circunstancias de cada territorio”.

La apropiación territorial de esa agenda de desarrollo estará determinada por el nivel de implicación y participación social en la definición de las prioridades manifestadas por los ciudadanos en el ámbito local, pues es en ese nivel territorial que la proximidad entre gobernantes y gobernados es más cercana, y donde se experimentan formas de democracia directa o coparticipada que aseguran la legitimidad e identificación de los vecinos con las políticas públicas.

Por otra parte, es necesario precisar que los ODS son apenas uno de los componentes de la Agenda 2030. Por agenda, se entiende “un grupo de cuestiones en torno al cual se organiza la actividad política” (Barbé, 2003: 275). Así los ODS son una parte de un todo mucho más amplio. Para lograr los ODS, o al menos conseguir avances significativos, es necesaria la movilización de recursos financieros públicos y privados. No menos relevantes son los llamados “medios de implementación”, otro elemento decisivo. Entre los medios de implementación se destaca por su relevancia para la localización la creación, desarrollo y fortalecimiento de las capacidades institucionales, con énfasis en los sistemas estadísticos nacionales, regionales y globales. El ODS nº 17 presenta varias metas relacionadas con la creación de estas capacidades que, normalmente, suelen ser muy limitadas tanto en los países con menores niveles de desarrollo, como en las administraciones locales de los países desarrollados. La meta 17.19 establece que hasta el 2030 se aprovechen “las iniciativas existentes para elaborar indicadores que permitan medir los progresos en materia de desarrollo sostenible y complementen el producto interno bruto, y apoyar la creación de capacidad estadística en los países en desarrollo”.

Con estos antecedentes, vamos a analizar el estudio de caso de la ciudad de Madrid, que tiene unas características muy particulares (capital, ciudad española más poblada, segunda área metropolitana de España con mayor renta per cápita, polo de atracción tecnológica, etc.). Desde la perspectiva política el caso de Madrid es interesante pues es una ciudad donde los gobiernos del Partido Popular dirigen el ayuntamiento madrileño desde hace 31 años, de modo que nos permite demostrar como la Agenda 2030 es abrazada tanto por gobiernos de izquierda como de derecha.

El proceso de formulación arrancó a mediados de septiembre de 2019, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó la elaboración de una “Estrategia de Localización de los ODS de la Agenda 2030”. La Junta de Gobierno municipal la validó el 25 de marzo de 2021. Institucionalmente es la Dirección General de Cooperación y Ciudadanía Global el organismo responsable de su ejecución. Metodológicamente, la Estrategia define 6 políticas palanca (instituciones eficientes, neutralidad climática, ciudad verde/consumo responsable/economía circular), protección social e igualdad, ciudad para disfrutar, innovación y economía sostenible. Estas políticas palanca se articulan en 24 líneas de acción y 104 metas locales que cubren un total de 16 de los 17 ODS y 53 de las 169 metas.

En mayo de 2021 se publicó el informe “Los municipios de la Comunidad de Madrid y la Agenda 2030”, que contiene los datos de la ciudad de Madrid. En la evaluación por ODS, Madrid obtiene los siguientes resultados en los siguientes indicadores.

ODS 1 Fin de la Pobreza.

Muy bien en gasto en servicios de promoción social y muy mal resultado en la brecha de renta per cápita entre ricos y pobres.

ODS 2 Hambre Cero

Muy mal resultado en explotaciones agrarias y forestales y en superficie de cultivos, y regulares indicadores de paro en agricultura.

ODS 3 Salud y Bienestar

Muy buen resultado en número de farmacias y regulares en cuantos a diversas causas de muerte. Sólo en muertes por causas externas y fertilidad adolescente los resultados son buenos.

ODS 4 Educación de Calidad

Es de lejos el ODS con mejores indicadores. Muy buenos en 4 de 8 y en el resto resultados regulares o malos. Entre los que tienen desempeño positivo, el abandono escolar y el acceso a servicios en la educación preescolar.

ODS 5 Igualdad de Género

Dos indicadores muy buenos (contratación femenina y paridad en cargos electos) de un total de 6. Mal en violencia de género y paro femenino.

ODS 6 Agua limpia y saneamiento

Muy bien en intensidad hídrica y regular en volumen de agua facturado per cápita y en balance entre ingresos y gastos de suministro de agua.

ODS 7 Energía asequible y no contaminante

Muy bien en 2 de 4 indicadores (intensidad energética e impacto del gasto en electricidad sobre la renta media de los hogares). Muy mal en reducción del gasto en alumbrado público respecto a 2015.

ODS 8 Trabajo decente y crecimiento económico

Muy bien en tasa de crecimiento anual del PIB real per cápita y regular en los otros 5 indicadores

ODS 9 Industria, innovación e infraestructura

Muy bien en gasto en I+D+i por habitante y muy mal en establecimientos industriales

ODS 10 Reducción de las desigualdades

Muy mal en índice de Gini y ningún indicador muy bueno. En este ODS Madrid está entre regular y muy mal. Destaca un indicador clave: el de concentración de renta, que está muy mal, con el 1% de la población concentrando la riqueza.

ODS 11 Ciudades y comunidades sostenibles

De 11 indicadores sólo 2 son muy buenos, destacando la infraestructura en transporte y muy mal en índice de acceso a la vivienda.

ODS 12 Producción y Consumo Responsables

Muy bien en reciclaje de plástico y envases y muy mal en residuos impropios

ODS 13 Acción por el Clima

Muy bien en gasto por el clima y bien en seguimiento y cálculo de la huella de carbono.

ODS 14 (Vida submarina) NO APLICA

ODS 15 Vida de Ecosistemas Terrestres

Ninguno de los indicadores ni muy buenos ni muy malos, con 4 regulares y uno bueno.

ODS 16 Paz, Justicia e instituciones sólidas

Tres de seis indicadores muy buenos (transparencia, solidez institucional municipal y participación electores). El resto son en su mayor parte buenos (tasa de delincuencia, deuda viva por habitante, etc.).

ODS 17 Alianzas para lograr los ODS

Muy bien en datos abiertos y regular en proyectos de cooperación internacional para el desarrollo y participación en redes nacionales para lograr objetivos.

Valoración final personal

El perfil de la ciudad de Madrid en el logro de los ODS se corresponde con algunas de las premisas ideológicas y prioridades políticas de los gobiernos del campo del centro derecha y derecha. Se pone más énfasis en todo lo relativo a las instituciones de mercado y se relega a un lugar más que secundario las políticas relativas a la reducción de la desigualdad, tanto económica, de género, oportunidades, acceso a servicios públicos, etc. Especialmente preocupantes y llamativos son los resultados muy malos en concentración de renta (índice Gini), establecimientos industriales (lo que perfila una ciudad dedicada a los servicios), acceso a la vivienda (por falta de inversión pública en vivienda social y prioridad a la inversión privada), residuos impropios, etc.

En el campo positivo, hay coincidencia entre los presupuestos políticos e ideológicos de los gobiernos municipales de Madrid desde hace 30 años y los indicadores que presentan mejor desempeño, a saber, crecimiento anual del PIB per cápita, transparencia y open data, infraestructura en transporte, etc. si bien no podemos caer en un juicio maniqueísta y desconocer que hay dimensiones que, tradicionalmente, se identificaban con las opciones políticas de gobiernos de izquierda donde la derecha ha dado un giro socioambiental, por ejemplo, gasto en protección social.

jueves, 9 de marzo de 2023

Resumen del video de Socorro Prous (módulo 1)

 El video en cuestión presenta una entrevista realizada en octubre de 2022 a Socorro Prous, Subdirectora General de Análisis y Estudios para la Agenda 2030 del Ministerio de Desarrollo Social y Agenda 2030.

La primera parte se dedica a aspectos generales de la Agenda 2030 y los ODS, en la línea de los videos de José Antonio Alonso, pero no tanto desde una perspectiva académica y si desde una mirada más vinculada a las iniciativas puestas en marcha por el gobierno español actual para la planificación, implementación, seguimiento y evaluación de la Agenda 2030 y los ODS.

A continuación, se plantea la pregunta de ¿Qué significa la Agenda 2030 para las Administraciones Públicas (AA.PP.)? La sra. Prous describe el sistema de gobernanza de la Agenda 2030 que tiene cuenta con una secretaría de Estado para la Agenda 2030, que en este momento ocupa Lilith Vestrynge, dentro del ministerio para el Desarrollo Social y la Agenda 2030, a cuya cabeza se encuentra Ione Belarra, ambas del partido Podemos. Otros mecanismos institucionales relevantes son la Comisión Delegada del Gobierno, la Conferencia Sectorial, donde se integran Comunidades Autónomas (CC.AA), Entes Locales y la Federación Española de Municipios y Provincias, actores centrales de los procesos de localización de los ODS, es decir, para garantizar el enfoque participativo y de abajo a arriba (bottom-up) en la implementación de la Agenda 2030. La participación social (universidades, ONG, academia, sindicatos, empresas, etc.) se refleja en el Consejo de Desarrollo Sostenible. 

En este gráfico que he encontrado en la página web del Ministerio de Desarrollo Social y Agenda 2030, veréis un cuadro sinóptico de la estructura de gobernanza mencionada someramente antes: 

https://www.mdsocialesa2030.gob.es/agenda2030/documentos/gobernanza-a2030.pdf

Una vez explicada la gobernanza de la Agenda 2030, la entrevistada responde a la siguiente pregunta: ¿Qué pueden y deben hacer las AA. PP. en sus niveles y sectores para avanzar en la implementación de la Agenda 2030?

La Sra. Prous destaca como España ha avanzado 4 puestos en el informe anual de la ONU sobre el grado de cumplimiento de los ODS, desde el 22 al 18. No obstante, hay ámbitos donde los avances son menores. En la misma línea, el informe de la UE sobre Desarrollo Sostenible analiza la situación en los Estados Miembros. En cuanto a las CC.AA., destaca la puesta en marcha en muchas, pero no en todas, de procesos de planificación estratégica, mecanismos de coordinación, estructuras de gobernanza, informes de alineamiento, marcos de seguimiento y evaluación, etc.

Finalmente, se abordan las necesidades de capacitación que son necesarias para que los empleados públicos podamos contribuir en el cumplimiento de los ODS en España. El principal punto es la adopción de un enfoque sistémico que nos permita identificar las conexiones entre cuestiones relevantes y las instituciones responsables con las diversas dimensiones y niveles del desarrollo sostenible. Para ello, se deben entender la interacciones, complementariedades y conexiones entre ODS y políticas públicas.

saludos

Bruno

martes, 7 de marzo de 2023

De Río a Nueva York…el proceso de elaboración y aprobación de la Agenda 2030. Perspectivas futuras y cuestionamientos.

 

En 2012, durante la Conferencia de Desarrollo Sostenible de la ONU (Río+20), el Secretario General (SG) recibió el encargo de preparar las bases de una agenda post-2015 conforme al mandato de la declaración “El futuro que queremos. En 2013 y 2014, la Asamblea General (AG), con respaldo de los representantes gubernamentales, sugiere al SG sintetizar todas las recomendaciones y culminar el proceso en una cumbre de jefes de Estado y Gobierno. El Open Group sobre ODS eleva a la AG un informe con una propuesta de 17 objetivos, al que se une un informe de síntesis del SG (“El camino hacia la dignidad para 2030”), que concluye la primera fase de formulación. 

 

En 2015, el proceso intergubernamental de negociaciones realiza 8 sesiones para perfilar la agenda, después de intensos debates que obligaron a pactar (y renunciar) a muchas formulaciones iniciales. Mes y medio antes de la Cumbre de Jefes de Estado, se alcanza el consenso  Transformando nuestro mundo: la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, aprobándose mediante resolución de la Asamblea General, el 25 de septiembre de 2015. Previamente se realizó en julio la III Conferencia Internacional de Financiación del desarrollo que adoptó la Agenda de Acción de Addis Abeba, una tentativa más retórica que efectiva, de concretar un marco de financiación de la agenda 2030.

Según Javier Surasky, del think tank  CEPEI, “la Agenda 2030 reúne en una sola línea, los procesos de promoción del desarrollo y de protección del medio ambiente que tenían lugar en el marco de la ONU”. Los ODS se diferenciarían de los ODM en su formulación participativa, en estar dirigidos tanto a Países en Desarrollo (PeD) como a países desarrollados, en su trascendencia para todos los países independiente del nivel de renta, en el énfasis por los logros globales bajo el principio de “no dejar a nadie atrás” y en el contexto económico incierto con señales desfavorables para los PeD.

Aunque en los años transcurridos desde la adopción de la Agenda 2030 se han producido avances en la institucionalización de la Agenda en los países, en su gobernanza global a través del Foro Político de Alto Nivel y de plataformas regionales, o en el diseño de mecanismos de seguimiento y monitoreo (informes voluntarios nacionales y regionales), ni el contexto marcado por el deterioro económico en muchos PeD, debido a su dependencia de las materias primas o el retorno al proteccionismo en los países desarrollados, ni el contexto político con la llegada al poder de gobernantes populistas de diferentes tendencias ideológicas, crean un entorno favorable para su implementación. La pandemia del Covid-19 impactó en las expectativas de cumplimiento de la Agenda 2030, aunque también suscitó esperanzas de que supusiera un acicate para una implementación mejor financiada y más acelerada. La guerra entre Rusia y Ucrania (2022), y los futuros conflictos que se esperan a causa de las tensiones geopolíticas entre las grandes potencias, detraen recursos financieros que reducen los flujos de AOD y comprometen la financiación multilateral, clave en la agenda 2030.

La Agenda 2030 es valorada positivamente, aunque también es objeto de críticas. La proclamación de los ODM (2000) y los ODS (2015) representan la síntesis y plasmación de consensos y prácticas que fueron sedimentándose a partir de los años 80 en la comunidad internacional y en los estudios del desarrollo. Su matriz teórica, difuminada en las Declaraciones que los instituyen, se identifica en las formulaciones de los límites del crecimiento, la sostenibilidad ambiental y el enfoque del Desarrollo Humano (MILANI, C. (2014): “Evolução histórica da Cooperação Norte-Sul”, en MELLO, A. (Org.): Repensando a cooperação internacional para o desenvolvimento, IPEA, Brasilia, pp.33-56).  No es cuestionable que todos estos aspectos se integren en una visión común y multidimensional del desarrollo y la CID. Pero si puede discutirse hasta qué punto agendas como los ODM y los ODS representan consensos asumidos como universales que no cabe poner en tela de juicio, en cuanto suponen renuncias explícitas a comprender las causas del subdesarrollo y los factores políticos que los explican. Son agendas que pretenden “cambiar el mundo sin cambiar la distribución del poder” (Martínez y Martínez, 2015).

 

Los antecedentes de los ODM y los ODS (Resumen 1982-2022)

 

1982 –Crisis de la deuda en los PeD. Impacto en la orientación económica de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).

1990 – El PNUD publica el primer Informe de Desarrollo Humano. Se celebra la Cumbre Mundial sobre Infancia por la ONU, iniciando un ciclo de conferencias internacionales por el desarrollo.

1991 – El fin de la Guerra Fría permite una orientación desarrollista de la cooperación, aunque el fenómeno de la “fatiga de los donantes” hace caer la AOD a mínimos históricos.

1996 – El CAD/OCDE publica “Moldeando el siglo XXI”, embrión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

2000 – La ONU adopta la Declaración del Milenio y una agenda de desarrollo con 8 objetivos.

2001 – Los ataques a las Torres Gemelas impactan negativamente en la agenda de desarrollo, iniciando un ciclo de “seguritización” de la AOD, volcada en la lucha contra el terrorismo.

2002 – En 2002 se convoca la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey y continuada en 2008 por la Conferencia de Doha.

2005 – En la Cumbre del Milenio+5, mecanismo quinquenal de seguimiento de los ODS, se constató la caída de la financiación para el desarrollo.

 2010 – En la Cumbre del Milenio+10 hubo una nueva decepción. La ONU alertó que no se cumplirían en 2015 las metas globalmente acordadas en el año 2000.

2012 – Conferencia de Río + 20 inicia el proceso para la adopción de los ODS.

2013 – La crisis de los refugiados sirios multiplica los recursos de la AOD para su atención.

2015 – La ONU aprueba la Agenda 2030 con sus 17 objetivos.

2020 – El Covid-19 golpea al mundo. La cooperación internacional se concentra en facilitar la vacunación, fortalecer los sistemas de salud y mitigar sus impactos en los países en desarrollo a través de la AOD.

2022 – La invasión rusa de Ucrania “reseguritiza” la cooperación internacional y obstaculiza el cumplimiento de la Agenda 2030, comprometiendo las metas medioambientales y de paz.

Fuente: Elaboración propia

Si los ODS vienen de los ODM…¿de dónde vienen los ODM?

 

A veces pensamos que las agendas del desarrollo caen del cielo. Un recorrido por la historia del desarrollo y la cooperación internacional nos permite comprender algunos aspectos no siempre puestos de manifiesto en las explicaciones sobre las agendas de desarrollo. En la década de los 80 y 90 del siglo XX, muchos países en desarrollo sufrieron la llamada crisis de la deuda, que venía a añadirse a sus problemas estructurales (desigualdad, opresión, efectos del colonialismo, pobreza, expolio material y ambiental, etc.). Muchos de estos países cayeron en la bancarrota. 


La crisis de la deuda sobrepasó la dimensión económica y financiera, definiendo las políticas de los países en desarrollo, impuestas por los organismos financieros multilaterales (FMI y Banco Mundial) y los países que los controlaban mediante los planes de ajuste estructural. Éstos debían aplicarse para acceder al crédito necesario para reducir la deuda exterior e implicaron privatizaciones, desregulación del mercado, apertura unilateral de los mercados a las exportaciones y recortes en políticas sociales. El resultado fue el incremento de la pobreza en los países del Sur. 

 

Mientras los organismos financieros internacionales aplicaban las políticas del ajuste en la década de los 80 y principios de los 90, en el seno de la ONU se desarrollaban conferencias y encuentros para configurar la agenda del desarrollo. Los principales donantes y la OCDE contribuían también a esta evolución. En 1981 se realizó la I Conferencia de la ONU sobre Países Menos Desarrollados. En 1984 el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE creó el primer grupo de expertos en Desarrollo de las Mujeres. En 1987 tenía lugar la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, y se publicaba el Informe Bruntland, definiendo por primera vez el concepto de desarrollo sostenible: “la capacidad para “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”. En 1990 se celebró la Cumbre de la Infancia (N. York), en 1992 la de Medioambiente y desarrollo (Río de Janeiro), en 1995 la de Población y Desarrollo (Copenhague) y Mujer y desarrollo (Beijing), en 1996 la de Alimentación (Roma).

 

En 1990, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publica el primer Informe del Desarrollo Humano (IDH). El concepto de Desarrollo Humano se define como el proceso de ampliación de las oportunidades de las personas, en función de sus capacidades y libertades. Se busca la creación de un entorno para que las personas desarrollen su máximo potencial, logren una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses. El nuevo concepto no se limita al crecimiento económico, que es sólo un medio para que cada persona tenga más oportunidades. El IDH presenta cada año el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de los países, compuesto por 3 dimensiones clave: longevidad (medida a través de la esperanza de vida al nacer), nivel educativo (años de educación promedio y de años esperados de instrucción) y el nivel de renta (medido a través del ingreso per cápita).

 

En 1996, el CAD/OCDEE publica un documento que fue el núcleo central y antecedente de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Con el título “Moldeando el siglo XXI: la contribución de la Cooperación Internacional para el Desarrollo, la OCDE demuestra su poder de agenda y de pautar la doctrina y la práctica del desarrollo y de la cooperación internacional . Su propuesta de adoptar unos “Objetivos de Desarrollo Internacional” será recogida por la ONU y plasmada en la Agenda del Milenio suscrita por 189 países, sin que ello implique obligaciones de derecho internacional, ni sanciones por su incumplimiento, teniendo carácter orientador y voluntario.  El siglo XXI se inicia con una agenda de desarrollo centrada en la lucha contra la pobreza en 4 áreas temáticas (bienestar económico, desarrollo social, sostenibilidad ambiental y asociación para el desarrollo), 8 objetivos, 18 metas y 48 indicadores. En la Declaración del Milenio, los Estados se comprometen a realizar el máximo esfuerzo posible para avanzar en erradicar la pobreza y el hambre, promover la  educación universal, salud,  equidad de género, sostenibilidad ambiental y fomento de una asociación mundial para el desarrollo. 


En 2002 se convoca la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en Monterrey, continuada en 2008, por la Conferencia de Doha. En ellas se acordó ampliar las oportunidades de desarrollo de las relaciones económicas internacionales y renovar el compromiso con una ayuda más vigorosa y eficaz, orientada hacia el cumplimiento de los ODM. Sus efectos fueron limitados. Solo algunos donantes de la UE se comprometieron a destinar para 2015 el 0,7% de su PIB a Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), con la meta intermedia del 0,5% en 2010). Los EE. UU. y Japón, dos de los países donantes más grandes en términos absolutos, no asumieron compromisos financieros. Después de la Conferencia de Monterrey, la AOD total aumentó hasta 107 mil millones de dólares en 2005, con un gran incremento de las operaciones de alivio de la deuda practicadas ese año. 

Las perspectivas alentadoras de la Agenda del Milenio fueron truncadas por los atentados del 11 de septiembre (2001). La financiación internacional se orientó a países aliados en la lucha contra el terrorismo yihadista. En los años siguientes los principales receptores de AOD fueron países clave de la coalición liderada por los EE. UU.: Irak (tras la caída de Sadam Husein) o Pakistán. La “seguritización de la ayuda” afectó a casi todos los donantes, incluidos los Nórdicos que apostaban por una cooperación para la paz. Más allá de la respuesta a las amenazas de seguridad, los donantes de la OCDE sólo respondían con vigor a las catástrofes humanitarias, como el Tsunami en el Océano Índico (2004), y aun así por corto espacio de tiempo. Los picos en las estadísticas de ayuda oficial al desarrollo compiladas por el CAD casi siempre corresponden a desastres como el terremoto de Haití (2010). 


El cumplimiento de los ODM avanzaba lenta, insuficiente y desigualmente. En la Cumbre del Milenio+5, mecanismo quinquenal de seguimiento (2005) se constató la caída de la financiación para el desarrollo. En 2010, en la segunda revisión de los ODM hubo una nueva decepción. La Cumbre del Milenio+10 alertó: no se cumplirían globalmente las metas acordadas para 2015. El contexto internacional de crisis financiera, ajuste fiscal y recorte de derechos era muy adverso.


La agenda de los ODM envejeció rápido. Se concibieron para luchar contra la pobreza, cuando el mayor número de personas “pobres” se concentraba en países de renta baja. En 2005, el 53,9% de los individuos en situación de pobreza vivía en países de bajos ingresos (la mayoría países del África subsahariana y varios asiáticos). En 2010, ese porcentaje bajó hasta el 10,4%, y el mayor número se concentraba en países de renta media (48,8%). El cambio en la geografía de la pobreza hizo crecer los cuestionamientos sobre la pertinencia de una agenda basada en unos objetivos pensados para países de ingresos bajos, cuyos problemas y sus causas diferían sustancialmente de los de renta media que habían superado la pobreza extrema y enfrentaban otros desafíos (CHANDY, L. y GERTZ, G. (2011): “Poverty in Numbers: The Changing State of Global Poverty from 2005 to 2015, Policy Brief, The Brookings Institutions, January, Washington D.C.)


Esta historia continuará en la próxima entrada para describir el proceso que llevó a la adopción de la Agenda 2030.

 

lunes, 6 de marzo de 2023

PRESENTACIÓN: Línea Horizonte 2030...hasta la siguiente

 

Este blog es mi experiencia de aprendizaje para el curso Agenda 2030 y Administración Pública del INAP, del año 2023.

Mi nombre es Bruno Ayllón. He trabajado durante 15 años en la Universidad Complutense de Madrid como investigador y docente en el campo de la cooperación internacional para el desarrollo. En 2016 reingresé en la Administración Pública después de una larga excedencia. Actualmente trabajo en la Dirección General del INSS.

Por honestidad intelectual debo confesar que tengo una visión crítica de la Agenda 2030 y de la metodología de la comunidad internacional de fijar grandes objetivos de desarrollo que al no ser jurídicamente vinculables ni exigibles (más que por la presión social), y estar siempre infra financiados, no son cumplidos en la fecha establecida. La solución siempre es correr la línea del horizonte. En 2015, con la Agenda del Milenio se corrió al 2030, sin haberse alcanzado, aunque hubo progresos desiguales según la región y los objetivos. 

Por otra parte, estas agendas pretenden planificar los procesos de desarrollo cuando, por definición, el desarrollo como la vida misma, es indomable e inesperada. La Agenda del Milenio sufrió el impacto del 11 de septiembre (2001) y la posterior “securitización” de la agenda del desarrollo. La Agenda 2030 sufrió primero el ascenso de gobiernos negacionistas del cambio climático (p. ejemplo, EE.UU.) y después el impacto del Covid, y la posterior “covidización” de la agenda 2030. Ahora la guerra en Ucrania compromete el cumplimiento de la Agenda 2030 y alumbra una “securitización 2.0” de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Siempre será mejor tener una Agenda de Desarrollo internacional que no tenerla, claro, pero será como máximo un horizonte escurridizo a alcanzar que la plasmación de una acción colectiva global mancomunada, coordinada y jurídicamente vinculable y exigible. 

No obstante, reconozco que la Agenda 2030 ofrece un marco de referencia para alinear las políticas públicas de los países, como vemos en el caso de España, donde contamos con mecanismos institucionales, y lo más importante, con un arquitectura política y administrativa que vincula los Presupuestos Generales del Estado a los ODS, sus metas e indicadores…aunque sea en el terreno declarativo y de las buenas intenciones. Saludos.

RETO 4: Aplicación de la herramienta “conversaciones transformadoras” en el INSS (fase de ideación).

  Propósito : Generar conciencia en el INSS sobre la Agenda 2030 y la necesidad de planificar, sensibilizar a la plantilla y ejecutar accion...